Alemania, Holanda, y sobretodo el Reino Unido, se proponen quitar la nacionalidad a sus ciudadanos de origen musulmán que participen en entrenamientos en Siria e Iraq.
El Reino Unido y Francia son los países que más sufren este problema, el de los que no se integran. Se cree (no hay cifras fiables), que unos 600 británicos de origen islámico, hacen viajes de adoctrinamiento.
Europa, no olvidemos que se cree el ombligo del mundo, ha reaccionado rápido. Ha dicho: "El derecho internacional (¿suscrito por todos los países?) impide dejar sin nacionalidad a ninguna persona"
Cameron también reacciona. Propone confiscar pasaportes a los que hagan estos viajes. A su regreso se entiende. A cambio, les ofrece unos cursos de formación para su desradicalización.
O sea, con lo que esto pueda suponer en millones de euros, dar cursos a estos simpáticos yihadistas para que comprendan los valores de la vieja Europa. No indica si estos cursos se darán a los compases de "Pompa y Circunstancia"
Por cierto que, se me ocurre, vista su experiencia, estas clases de formación podrían ser administradas por Manuel Chaves y Griñan.
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